Una vez las mujeres inician la cuarta década de la vida, es necesario que empiecen sus controles de chequeo mamario y si existen antecedentes familiares de cáncer de mama, esta previsión debe tomarse desde los 30 o 35 años. Sostiene la matrona Janice Reyes del equipo de profesionales de la Clínica de Salud Integral Rancagua.
La especialista afirma que los métodos como la mamografía o el autoexamen, no son para prevenir, pero si, para obtener un diagnóstico a tiempo.
Si detecta algún bulto, una zona enrojecida o secreción en los pezones, debe acudir a consulta médica para determinar el origen de la lesión.
Llevar una vida saludable, con buenos hábitos alimenticios y ejercicios, no fumar, no ingerir bebidas alcohólicas y cuidar el peso; son elementos que disminuyen la posibilidad de desarrollar cáncer de mama, sin embargo, se debe tener en cuenta que los factores genéticos y alteraciones hormonales propias de la mujer favorecen su aparición.
Por lo anterior, el autocuidado es fundamental frente al cáncer de mama.
Un diagnostico precoz hace la diferencia frente a esta patología, por ello no se debe esperar a la aparición de los síntomas para tomar medidas.
El autoexamen se recomienda a cualquier edad y permite a la mujer reconocer su cuerpo y así identificará de forma más rápida, bultos o elementos extraños.
La mamografía descarta o detecta la presencia de lesiones en el seno, de ser positiva, se realiza una biopsia para definir si esta es maligna o no y en base a los resultados se inicia el tratamiento correspondiente.