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Los cuidados prenatales, son una medida obligatoria para garantizar el sano desarrollo de la gestación, aunque un embarazo no representa una enfermedad o una discapacidad, una futura madre debe adaptarse a cuidados especiales durante este período de la vida.
Para qué sirve el control prenatal
Los exámenes de control prenatal comprenden la evaluación física de la embarazada, estudios de laboratorio y ultrasonidos, aplicados una vez que se confirma el embarazo, con el fin de diagnosticar a tiempo posibles patologías que pudiesen afectar el correcto desarrollo del bebé y la salud de la madre.
El control prenatal ayuda a evitar y tratar a tiempo, aproximadamente el 80% de las complicaciones que se presentan durante el embarazo, entre las que figuran el parto prematuro, el desprendimiento de placenta, sangramiento, diabetes gestacional, debilidad en el piso pélvico, preeclampsia e infecciones. Asimismo, la consulta prenatal permite el seguimiento del correcto desarrollo de los órganos del bebé, el peso, la talla y posición en el útero.
Además, representa una oportunidad para reconocer patologías en la madre y recordarle su obligación de mantener una dieta equilibrada en frutas, verduras, fibras, acompañada durante los tres primeros meses de ácido fólico.
El control prenatal comienza al confirmarse el embarazo. Lo ideal es iniciarlo antes de las 6 semanas. En ese tiempo se sabe dónde se alojó el ovulo fecundado y se detecta si existe o no un riesgo de pérdida durante los primeros tres meses. A partir de esa semana y hasta el mes siete, el control debe ser mensual. Luego del mes siete, el control se realiza cada dos semanas, y al llegar a la semana 38 y hasta la fecha de parto cada tres días.
Aportes de la estimulación prenatal al desarrollo del bebé
La estimulación prenatal consiste en aplicar frecuentemente una serie de técnicas que generan una sensación de bienestar y seguridad al bebé, cuyo propósito es poner en contacto al feto con sus padres desde el útero de la madre, y favorecer el desarrollo de los sentidos del bebé, pues las estimulaciones facilitan sus conexiones neuronales, además de fortalecer su desarrollo cognitivo, sensorial y emocional.
Lo primero que debe saber la madre es que entre ella y su bebé hay una conexión natural, gracias al cordón umbilical. Por eso, todo lo que siente la madre lo siente el bebé y es por ello que las madres deben en lo posible desenvolverse en ambientes tranquilos y confortables que no generen situaciones constantes de estrés y favorezcan la estimulación al bebé.
A partir de los cuatro meses, sentidos como el de la vista, el tacto, el gusto y el oído han empezado a desarrollarse y es en ese momento cuando la madre debe iniciar la estimulación prenatal.
En este sentido, cuando la madre acaricia su barriga, o el padre, contribuyen a desarrollar el tacto del bebé. Asimismo, masajear la barriga con crema, dejar caer el agua de la regadera, tocar suavemente texturas diversas, presionar la barriga al sentir una patadita del bebé, son algunos de los ejercicios que puede realizar la madre para estimular el tacto del bebé.
A las 16 semanas, el feto ya es capaz de percibir las luces. Prender una linterna, ejecutar movimientos suaves, destapar la barriga a la luz solar por unos minutos, son formas de estimulación visual del bebé.
La música instrumental con volumen adecuado, hablarle al bebé y producir sonidos agradables, además de causar un efecto de relajación, estimulan los oídos del bebé.
Exámenes médicos que se realizan durante el primer trimestre del embarazo
Para confirmar o descartar el embarazo se aplica la prueba de sangre GCH, que ofrece un diagnóstico 100 por ciento confiable, ya que esta mide los niveles de la hormona gonadotropina coriónica humana, únicamente presente en el cuerpo de la mujer cuando está embarazada.
Exámenes de laboratorio para reconocer el estado general de la embarazada. Los fundamentales son:
- Hemograma, para analizar la cantidad de glóbulos rojos y blancos y las plaquetas y reconocer si hay anemia, enfermedades de transmisión sexual, infecciones o hepatitis “B”.
- Glicemia, para descartar o detectar la resistencia a la insulina.
- Orina y urocultivo para detectar infecciones urinarias.
Entre las semanas 6 y 9, una ecografía vaginal, para determinar si el embarazo está fuera o dentro del útero, visualizar el embrión y detectar latidos cardiacos.
A partir de los cuatro meses, sentidos como el de la vista, el tacto, el gusto y el oído han empezado a desarrollarse y es en ese momento cuando la madre debe iniciar la estimulación prenatal.
En este sentido, cuando la madre acaricia su barriga, o el padre, contribuyen a desarrollar el tacto del bebé. Asimismo, masajear la barriga con crema, dejar caer el agua de la regadera, tocar suavemente texturas diversas, presionar la barriga al sentir una patadita del bebé, son algunos de los ejercicios que puede realizar la madre para estimular el tacto del bebé.
A las 16 semanas, el feto ya es capaz de percibir las luces. Prender una linterna, ejecutar movimientos suaves, destapar la barriga a la luz solar por unos minutos, son formas de estimulación visual del bebé.
La música instrumental con volumen adecuado, hablarle al bebé y producir sonidos agradables, además de causar un efecto de relajación, estimulan los oídos del bebé.