En la búsqueda de soluciones para la infertilidad, los tratamientos de reproducción asistida ofrecen opciones tanto de alta como de baja complejidad. El Dr. Nicolás Maimone, ginecólogo especialista en fertilidad de la Clínica Cleversalud, detalla en esta nota las diferencias clave entre estos tratamientos y cuándo es recomendable optar por cada uno.
La reproducción asistida engloba un conjunto de técnicas y tratamientos diseñados para sustituir el proceso natural de reproducción. Estas técnicas son esenciales para superar obstáculos relacionados con patologías tanto masculinas como femeninas, permitiendo así alcanzar un embarazo deseado.
Tratamientos de baja complejidad
Los tratamientos de baja complejidad se caracterizan porque la fecundación ocurre dentro del útero de la mujer. Entre los procedimientos más comunes se encuentran la inseminación intrauterina y la relación sexual programada. Estos métodos son menos invasivos y se recomiendan en casos donde la mujer tiene las trompas de Falopio permeables y una reserva ovárica suficiente, además de una muestra de semen satisfactoria de la pareja masculina.
Tratamientos de alta complejidad
En contraste, los tratamientos de alta complejidad implican que la fecundación ocurra en un laboratorio, fuera del cuerpo de la mujer. Ejemplos de estos procedimientos incluyen la fertilización in vitro (FIV), donde los óvulos son extraídos, fecundados con espermatozoides en un laboratorio y luego implantados nuevamente en el útero. Este tipo de tratamiento es ideal para pacientes con diagnósticos más complejos, como obstrucción en las trompas de Falopio, edad reproductiva avanzada o baja reserva ovárica.
Probabilidades de éxito
El Dr. Maimone destaca que la probabilidad de éxito en los tratamientos de baja complejidad ronda el 20-25% en mujeres menores de 35 años. Aunque la cifra puede parecer baja, es consistente con la tasa de reproducción humana en general. Por otro lado, la probabilidad de éxito en tratamientos de alta complejidad varía dependiendo de factores específicos del paciente, pero ofrece mayores oportunidades para aquellos que no logran concebir con métodos de baja complejidad.
Es crucial que las parejas o individuos consulten con especialistas después de un año de intentos fallidos de concepción, especialmente si existen factores como edad avanzada o antecedentes de patologías que podrían influir en la fertilidad. La comunicación abierta y un diagnóstico adecuado son fundamentales para determinar el tratamiento más adecuado.
Clínica CleverSalud: Especialistas en fertilidad
La Clínica CleveSalud en Rancagua, ofrece tratamientos de baja y alta complejidad, con la colaboración de la Clínica IVIS en Santiago para los procedimientos más avanzados. Para más información o para agendar una consulta, visite cleversalud.cl o contacte al 640 10600.