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Endometrio y endometriosis ¡Todo lo que debes saber!

(Fuente de la Gráfica: https://www.reproduccionasistida.org/wp-content//localizacion-implantes-de-endometriosis.png)

El endometrio es la capa o revestimiento que cubre al útero en su interior, es un tejido. Este último se descama todos los meses y origina lo que se conoce clínicamente como menstruación.

El tamaño del endometrio está asociado a la edad de la mujer. Su grosor depende de su condición.

En una mujer en condiciones reproductivas, el endometrio no debe tener un grosor, de entre 15 y 14 milímetros. Si se trata de una mujer menopaúsica, que no está recibiendo terapia de reemplazo hormonal, no debería sobrepasar los 4 o 5 milímetros. Si sobrepasa estas medidas se habla de un endometrio engrosado.

Dicho de otra manera, hay endometrio engrosado en mujeres en edad reproductiva, si su grosor es superior a la medida indicada; y en la mujer menopaúsica si sobrepasa los 4 o 5 milímetros.

La particularidad en la variación de su grosor se debe a la proximidad de la menstruación: cuando se aproxima la fecha de la menstruación, regla o periodo, su grosor se acerca a los 14 o 15 milímetros; y una vez finalizada la menstruación muestra su menor grosor. En otras palabras, el endometrio varía su tamaño dependiendo del ciclo menstrual.

La endometriosis es diferente al endometrio y al endometrio engrosado. El endometrio es la estructura anatómica; el endometrio engrosado es el descame del endometrio que culmina en la menstruación y la endometriosis, es la localización del endometrio fuera del útero.

Además de endometriosis, otra perturbación son los pólipos. Un pólipo es un engrosamiento focalizado del endometrio; es decir, un segmento del endometrio que está engrosado.

En la situación de pacientes con endometriosis o pólipos, lo común es una biopsia, a fin de reconocer si hay lesiones premalignas o malignas. Otra vía para reconocer el estado de la endometriosis y de los pólipos es la ecografía. No obstante, la vía más segura es la biopsia, por eso a todas las pacientes con endometriosis o pólipos se le toma una muestra del tejido para obtener una biopsia. Hacerlo no significa la presencia de un cáncer en el endometrio, se realiza con el fin de  descartarlo y si lo hay, proceder con el tratamiento. Lo cierto es que la mayoría de las veces no hay cáncer, pero es menester aplicar este protocolo.

El dolor de vientre no significa que haya endometriosis. Su diagnóstico requiere de un conjunto de exámenes a la paciente.

Uno de los signos, por supuesto, es el dolor pélvico; no obstante, es preciso aplicar una ecografía transvaginal para saber si el foco de endometriosis está en los ovarios; si hay una masa o tumor anexial, conocida como endometrio. También se requiere hacer una resonancia magnética y lo que en ginecología se llama el “Gol estándar”, una laparoscopía.

El reconocimiento de la endometriosis, pólipos, endometrios, o cualquier otra perturbación en el aparato genital de la mujer, requiere fundamentalmente del chequeo anual que debe practicarse toda mujer con su ginecólogo. Los otros chequeos o consultas dependen de la patología o patologías que tenga la paciente. Si todo está bien, el chequeo es anual, si el ginecólogo observa una irregularidad, las consultas y chequeos dependen de la naturaleza de la perturbación o patología.

En el caso de la endometriosis, los controles están sujetos al grado. Si la endometriosis es leve no son tan seguidos, pero si es un grado severo, los controles son seguidos.

En los casos de endometriosis, pólipos, o chequeos normales, la ecografía es un estudio de imagen que permite al especialista evaluar anatómicamente el útero y los ovarios; es decir, saber qué pasa con su tamaño, estructura y volumen. La ecografía no permite detectar inflamaciones.

Lo común es recetar anticonceptivos para la endometriosis. No obstante, lo más importante es entender que la endometriosis termina, a la larga, siendo un proceso inflamatorio crónico. Para resolver esta patología, se aplica lo que se denomina un “adormecimiento de los ovarios”; es decir, dejarlos inactivos.

Para tal propósito se recurre a los anticonceptivos, medio que permitirá que los ovarios no generen hormonas y en consecuencia, menos inflamación y menos dolor.

Sobre este asunto es importante saber que la endometriosis y cualquier otra patología femenina comienza con el desarrollo de la mujer. Hay patologías que desaparecen con tratamientos.  En el caso de la endometriosis severa, por ser una enfermedad crónica, las mujeres que la tienen se convierten en pacientes policonsultantes, visitan no uno sino varios ginecólogos, a fin de resolver el problema de los dolores y las molestias pélvicas recurrentes.

En conclusión, la endometriosis no se cura, el tratamiento es un paliativo.